Fue construido en el siglo XVII para proteger las propiedades coloniales contra los ataques de piratas. Castillo de San Felipe fue expuesto a repetidos ataques de piratas hasta el XVIII defendiendo un alto trafico maritimo.
A principios del siglo XVII las bodegas alrededor del Castillo de San Felipe eran un centro de intercambio comercial de mucha importancia entre Guatemala y España, situándose en el entonces llamado Golfo Dulce.
El constante ataque de los piratas en el mar del Caribe, el golfo de México y las incursiones a Guatemala por Río Dulce, hizo necesaria crear una defensa del paso hacia el lago de Izabal, en donde se encontraban las bodegas de almacenamiento de mercancías que ingresaban y salían para España.